La calidad y excelencia de la persona
Comisión de Acreditación de la Calidad de la Educación
EXCELENCIA PERSONAL Y CALIDAD EN LA EDUCACIÓN
La Comisión de Acreditación de la Calidad de la Educación (EQAC) cree que la mejor manera de lograr la calidad en la educación no depende únicamente del título obtenido o de la acreditación educativa que pueda tener la escuela.
La calidad de su educación va a depender principalmente de su búsqueda personal y continua de la excelencia. El aprendizaje no termina el día en que recibimos un título. Es una tarea de por vida, un proceso de constante enriquecimiento que nunca termina.
La excelencia no es un fin a alcanzar, sino un proceso sin fin de mejora permanente. ¿Qué mejor forma hay de vivir que creciendo un poco más cada día? Los que persiguen la excelencia no están compitiendo directamente con otros para medirse a si mismos y comparar sus propios logros. El verdadero reto reside siempre entre lo que se ha hecho y lo que se es capaz de hacer. Nos medimos a nosotros mismos contra nosotros mismos y con nadie más.
Todos podemos beneficiarnos de aspirar a la excelencia. La excelencia es deliberada, no es un accidente con el que tropezamos por casualidad. Se trata de preguntarnos a nosotros mismos más que de lo que lo hacen otras personas; se trata de albergar pensamientos de excelencia en nuestro corazón. Mientras intentemos conseguir un ideal más, el éxito surgirá de forma natural. La buena noticia es que la excelencia está al alcance de todos, ya que consiste, simplemente, en hacer las cosas lo mejor posible en cada momento. No trata sobre la perfección, que es un objetivo inalcanzable, sino sobre convertirnos en lo que somos capaces de ser. Aquellos que esperan tras la barrera mientras ven a otros triunfar, saben lo que es necesario, pero no quieren dedicar su tiempo y esfuerzo a mejorar. Cada uno de nosotros tiene que asumir su propia decisión. ¿Deseamos ser parte de la estadística que incluye a la mediocre mayoría, o deseamos marcar la diferencia abrazando la excelencia?
Algunas personas se cuentan a sí mismos que ya lucharán por la excelencia más tarde, cuando tengan un trabajo mejor. Se ocultan a sí mismos que los mejores trabajos vienen después de conseguir la excelencia, no al revés. Se preguntan “¿por qué debería hacerlo mejor ahora, cuando todo lo que estoy haciendo es hacer hamburguesas, limpiar cuartos de baño o esperar a los demás? Quizá no se dan cuenta de que no hay trabajos sin futuro, sólo personas desganadas; no hay trabajos de baja categoría, sólo personas serviles. Como dijo Martin Luther King, “Si un hombre es llamado a ser barrendero, debería barrer las calles como Miguel Ángel pintaba, o como Beethoven tocaba música, o como Shakespeare escribía poesía. Debería barrer tan bien que todos los habitantes de la tierra y del cielo se detuvieran a decir: aquí vivía un gran barrendero que hizo bien su trabajo."
¿Esta cualificado para ser Doctor de la Excelencia?
La Comisión de Acreditación de la Calidad de la Educación (EQAC) quiere recompensar a las personas que demuestran una lucha continua por la excelencia personal. Ellas se convierten, no sólo en un modelo de realización de su propio éxito, sino que, además, se convierten en un ejemplo de motivación para su familia, amigos, compañeros de trabajo y otros muchos. Para aquellas personas que siguen el camino hacia la excelencia, EQAC ha establecido el nombramiento honorífico de Doctor de la Excelencia. Ver mas...
Si usted brilla por su excelencia, infórmese.
Igual merece y cualifica para recibir este nombramiento.